La escuela y la ciudad como territorios de aprendizaje y formación ciudadana, se constituyen en una posibilidad de investigación y apropiación para los estudiantes y docentes en contextos urbanos, rurales y regionales . http://www.normalsuperiormontessori.edu.co/
Lorenzo Silva en el libro Viajes escritos y escritos viajeros presenta diversas interpretaciones acerca de lo que en cada época ha significado la narración viajera.
El viaje es un motivo literario que se inserta, a lo largo de la historia y de la ficción. Muchos viajeros desean contar sus impresiones, y muchos escritores presentan sus obras en forma de viaje o recurriendo a este como inspiración. El viaje es un desplazamiento real o imaginario que afecta al viajero.
El libro nos permite apreciar los asuntos de que trata la literatura viajera y proporcionan claves para interpretar los relatos y el viaje mismo como motivo literario.
El concepto de literatura de viaje: es un motivo literario que se inserta, a lo largo de la historia y con mayor o menor intensidad, en un gran número de obras de ficción y se considera como el género rey, la novela. George E. Gingras divide las narraciones viajeras en:
-El viaje de búsqueda, asociado a la figura de un héroe
-La travesía épica suele representar una azarosa singladura marina salvando dificultades. viajes como metáforas de la vida. (Odisea y la Eneida)
-El viaje alegórico o simbólico: se da a través del desplazamiento a un espacio mítico. Desplazamiento mítico, alude a otras realidades (la Divina Comedia de Dante Alighieri)
-El viaje de peregrinación: impulsado por una motivación religiosa (A la tierra prometida o a la Meca).
-El viaje de descubrimiento de otras tierras, mejorando el conocimiento de su geografía y sus gentes y viajes de exploración.
-El viaje de formación, sirve al viajero para forjar su conocimiento de la realidad y de su propia identidad.
Hoy no es posible producir conceptualizaciones teóricas o producir teoría pedagógica alejados y por encima de las experiencias que se producen en las escuelas y por los maestros[1]. Conocer otras educaciones, como la ENA de las escuela rurales, la pedagogía de la afirmación cultural de la ENS Indígena de Uribia o el trabajo con niños de la calle en situación de desplazamiento de la normal de Copacabana, nos muestra otras posibilidades de aprender de enseñar y de ser maestros, como lo expresa Catherine Walsh[2]: crear otras educaciones tanto en las escuelas, colegios y universidades es el desafío político que sugiere el proyecto de la interculturalidad, que al ponerlo en práctica crea conflictos agudos tanto a nivel estudiantil como docente, poniendo en tensión las subjetividades y las prácticas, como también a la misma estructura y sistema educativo. Los viajes y las expediciones pedagógicas son un desafío a la educación tradicional, porque rompen la normalidad, las rutinas, los horarios, las metodologías y producen una serie de impactos en la formación moral, intelectual y política de los maestros. El viaje enuncia acontecimientos, según un campo de fuerzas y resistencias que producen rupturas en lo institucional, en la subjetividad y en las formas de ser maestros, en la organización escolar, en el plan de estudios, en los tiempos y en los espacios. El viaje por diferentes territorios[3] genera un saber y un conocimiento de las prácticas educativas.
[1] Equipo coordinador de la Expedición pedagógica: Alberto Martínez Boom - María del Pilar Unda Bernal - Marco Raúl Mejía J. en el documento de trabajo. El itinerario del maestro: de portador a productor de saber pedagógico. Bogotá.
[3] El territorio es una construcción permanente, cambiante y contradictoria sobre los procesos de ocupación y apropiación de dicho espacio. Véase Santos (2000), Primera parte: «Una ontología del espacio: nociones originarias» y Gurevich (2005), Segunda parte: «Espacio geográfico, territorio y paisaje».
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